A Julian Assange se le permitiría cumplir cualquier sentencia de cárcel que reciba en una prisión australiana si es declarado culpable en los Estados Unidos por cargos de espionaje y piratería, según las nuevas garantías hechas por el gobierno de EE. UU.
En enero, un juez británico rechazó una solicitud de extradición de Estados Unidos, alegando motivos de salud y la preocupación de que se suicidaría si lo recluían en una cárcel estadounidense.
Pero, después de que la justicia británica autorizara el miércoles a Washington a apelar contra la negativa a extraditarlo, la pareja de Julian Assange, Stella Moris, pidió nuevamente a la administración del presidente estadounidense Joe Biden que retire los cargos contra el fundador de WikiLeaks.
"Si la administración Biden es seria en cuanto al respeto del Estado de Derecho" y de la "libertad de prensa en el mundo, lo único que puede hacer es abandonar este asunto", lanzó Stella Moris a la prensa delante de los edificios del tribunal superior de Londres.
A su juicio, este procedimiento representa "el ataque más vicioso contra la libertad de prensa de toda la historia", y denuncia un juicio basado en "mentiras".
Según los partidarios de Julian Assange, la justicia británica aceptó el recurso de Washington contra la negativa a extraditar al australiano de 50 años, perseguido por la difusión de cientos de miles de documentos confidenciales, pero lo limitó a cuestiones "técnicas".
Aún no se conoce la fecha de la audiencia. Mientras tanto, el fundador de WikiLeaks permanece detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (sureste de Londres).
A principios de enero, la jueza británica Vanessa Baraitser se opuso a la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, alegando el riesgo de suicidio.
Assange fue detenido por la policía británica en abril de 2019 después de pasar siete años recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde se había refugiado mientras estaba en libertad bajo fianza.
The partner of Julian Assange, Stella Morris joins protesters in London in June 2021. Source: Getty Images Europe
El australiano, apoyado por numerosas organizaciones de defensa de la libertad de prensa, se enfrenta a 175 años de cárcel en Estados Unidos por haber difundido, a partir de 2010, más de 700.000 documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas estadounidenses, especialmente en Irak y Afganistán.
