Después de más de dos años y medio de investigaciones, hoy fueron entregados los resultados que determinan las causas de muerte de la pareja colombiana y sus dos hijos, cuyos cuerpos fueron encontrados sin vida en su casa al norte de Sídney, en octubre de 2016. La vice-juez de instrucción del estado de Nueva Gales del Sur, Elaine Truscott, entregó sus conclusiones que determinan que María, Elisa y Martín fueron asesinados por Fernando, quien luego se suicidó por envenenamiento con monóxido de carbono.
Fernando Manrique, de 44 años, y su esposa María Lutz, de 43, estaban a punto de divorciarse cuando fueron encontrados muertos por envenenamiento por monóxido de carbono junto con sus hijos Elisa, de 11 años, y Martín, de 10 años, y el perro de la familia, Tequila. La vice-juez Elaine Truscott declaró este viernes que la muerte de Manrique fue un suicidio y enfatizó que había actuado solo.
"La evidencia establece que justo después de que María le dijo a Fernando que el matrimonio había terminado y que tenía que encontrar otro lugar para vivir, éste puso en acción su plan para quitarse la vida", señaló Truscott. "Sus vidas fueron robadas por alguien que debería haber sido su protector y proveedor".
La alarma sobre que algo malo le podría haber sucedido a la familia se encendió cuando la señora Lutz no se presentó a la escuela de los niños, ambos con autismo, en la que participaba activamente como voluntaria. Durante la investigación se encontró que la "dedicada" y "amorosa" señora Lutz desconocía totalmente de los planes de su esposo. Además se supo que Fernando Manrique tenía deudas de $15,000 con la Oficina de Impuestos de Australia; otra de $28,000 en tarjetas de crédito y estaba luchando para pagar las dos hipotecas de la familia por un total de más de $500,000.
Durante la investigación se conoció también que el padre tenía un romance con un adolescente en Filipinas cuando se suicidó y mató a su familia.