Una coalición de decenas de estados de EE. UU. están demandando a Meta Platforms y su filial Instagram, acusándolos de alimentar una crisis de salud mental entre jóvenes al hacer que sus plataformas de redes sociales sean adictivas.
En una demanda presentada el martes ante un tribunal federal de Oakland, 33 estados, incluidos California y Nueva York, dijeron que Meta engañó repetidamente al público sobre los peligros de sus plataformas e indujo, a sabiendas, a niños pequeños y adolescentes a un uso adictivo y compulsivo de las redes sociales. Meta también opera Facebook.
"Meta ha aprovechado tecnologías poderosas y sin precedentes para atraer, involucrar y, en última instancia, atrapar a los jóvenes y adolescentes", dice la denuncia. "Su motivo es el beneficio".
Los niños han sido por mucho tiempo un grupo demográfico atractivo para las grandes empresas que intentan atraerlos como consumidores a una edad temprana, cuando suelen ser más impresionables y afines a consolidar su lealtad hacia una marca mientras crecen. En el caso de Meta, los consumidores más jóvenes pueden ayudar a la plataforma a conseguir más clientes que publicitan productos para el consumo de niños y que intentan influenciarlos para que compren sus productos a medida que van creciendo.
Sin embargo, los estados señalaron que las investigaciones han asociado el uso de las plataformas de redes sociales de Meta por parte de los niños con "la depresión, ansiedad, el insomnio, la interferencia en la educación y la vida diaria, y muchos otros resultados negativos".
Meta dijo que estaba "decepcionada" por la demanda.
"En lugar de trabajar de manera productiva con empresas de toda la industria para crear estándares claros y apropiados para estas numerosas aplicaciones que usan los adolescentes, los fiscales generales han elegido este camino", dijo la empresa.
Otros ocho estados de EE. UU. y Washington DC presentarán demandas similares contra Meta el próximo martes, con lo que el número total de autoridades que toman medidas contra la empresa con sede en California asciende a 42.
Los casos son los últimos de una serie de acciones legales contra empresas de redes sociales en nombre de niños y adolescentes.
Sede de Meta en Menlo Park, California. Treinta y tres estados, incluidos California y Nueva York, alegaron que Meta engañaba constantemente al público sobre los riesgos de sus plataformas y fomentaba el uso adictivo de las redes sociales entre los jóvenes. Source: Getty / Tayfun Coskun
En los casos del martes, Meta podría enfrentarse a sanciones civiles de entre AUD $1.570 y $78.500 por cada infracción de varias leyes estatales, una cantidad que podría acumularse rápidamente teniendo en cuenta los millones de niños y adolescentes que utilizan Instagram.
Gran parte del enfoque sobre Meta se debió a la publicación de documentos por parte de un denunciante en 2021 que mostraban que la empresa sabía que Instagram, que comenzó como una aplicación para compartir fotos, era adictiva y empeoraba los problemas de imagen corporal de algunas adolescentes.
La demanda presentada por los 33 estados alegó que Meta se ha esforzado por garantizar que los jóvenes pasen el mayor tiempo posible en las redes sociales a pesar de saber que son susceptibles a recibir aprobación sobre sus contenidos, en forma de "likes" de otros usuarios.
"Meta ha estado perjudicando a nuestros niños y adolescentes, cultivando la adicción para aumentar las ganancias corporativas", dijo el fiscal general de California, Rob Bonta, en cuyo estado se encuentra la sede de Meta.
La empresa también fue acusada de violar una ley que prohíbe la recopilación de datos de niños menores de 13 años y de negar engañosamente que sus redes sociales fueran dañinas.
"Meta no reveló que sus algoritmos estuvieran diseñados para aprovechar las respuestas a la dopamina de los usuarios jóvenes y crear un ciclo adictivo de participación", añadió.
La dopamina es un tipo de neurotransmisor que desempeña un papel en las sensaciones de placer.
La denuncia decía que la negativa de Meta a aceptar ninguna responsabilidad se extiende al esfuerzo de la empresa el año pasado de distanciarse del suicidio de una niña de 14 años en el Reino Unido tras quedar expuesta en Instagram a contenido sobre suicidios y autolesiones.
Un médico forense rechazó la afirmación de un ejecutivo de Meta de que ese tipo de contenido era "seguro" para los niños y concluyó que la niña probablemente consumía en exceso contenido nocivo que normalizaba la depresión que había sentido antes de suicidarse.
Los estados alegaron que Meta busca expandir sus prácticas dañinas a la realidad virtual, incluida su plataforma Horizon Worlds y las aplicaciones WhatsApp y Messenger.