PUNTOS DESTACADOS:
- Un nuevo informe del Instituto Australiano de Investigación Urbana y de Vivienda ha analizado las tendencias del sector inmobiliario.
- El análisis encontró que una "proporción considerable" de las personas que alquilan viviendas serán "inquilinos de por vida".
- Los australianos quieren ser propietarios para garantizar un techo a largo plazo, tener control de la calidad de la vivienda y para poder modificar sus hogares.
Según una nueva investigación, en Australia el número de personas que alquilan vivienda está aumentando en todas las ciudades capitales, a pesar de que una gran mayoría todavía dice que preferiría ser dueño de una casa.
El nuevo informe de la red nacional independiente de investigación, el Instituto Australiano de Investigación Urbana y de Vivienda, ha analizado las tendencias a corto y largo plazo de la vivienda en Australia y las preferencias de los australianos.
El estudio encontró que si bien la mayoría de los australianos todavía son propietarios de viviendas, esta cantidad disminuyó en todos los grupos de edad entre 2011 y 2021 —excepto entre los australianos de 80 años o más—.
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Si bien el alquiler alguna vez se consideró una situación de transición para muchos australianos en el camino hacia la propiedad de una vivienda, los autores afirman que esto ya no es así.
"En 2024, el panorama de tenencia de Australia es muy diferente. Muchos australianos no están avanzando hacia la propiedad de una vivienda y una proporción considerable serán inquilinos de por vida. El sector del alquiler ya no es una simple tenencia de transición", indica el informe.
Si bien cada vez más australianos son propietarios de viviendas (y el 80 por ciento de los inquilinos aún expresan su preferencia por ser propietarios), ha habido una tendencia clara hacia el alquiler.
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El costo de las viviendas en Australia se considera la mayor barrera para que los inquilinos adquieran una vivienda, y casi el 60 por ciento de ellos afirma que no está seguro de poder comprar una casa.
Los precios de las viviendas siguen aumentando a un ritmo que resulta inasequible para muchos australianos con un salario medio.
El índice de precios de los salarios, que mide los cambios salariales medios a lo largo plazo, ha aumentado entre un 24 y un 30 por ciento —de acuerdo con la ubicación en Australia— durante la última década, según la Oficina Australiana de Estadísticas.
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Mientras tanto, algunos precios medios de las viviendas han crecido a un ritmo dos o tres veces superior durante el mismo período, según la ubicación de la propiedad.
En Victoria, por ejemplo, los salarios han aumentado un 27 por ciento desde septiembre de 2014, mientras que los precios medios de las viviendas ubicadas fuera de Melbourne han aumentado un 100 por ciento durante el mismo período.
Los inquilinos también están envejeciendo, y las personas que tienen una jubilación limitada alquilan en mayor número, por lo que los autores de la investigación afirmaron que las necesidades de este grupo deberían convertirse en el foco de atención de las políticas de vivienda.
Los australianos siguen aspirando a ser propietarios de una vivienda
"Este informe muestra que Australia en 2024 será una nación compuesta por propietarios de viviendas, unas pocas personas que alquilan porque 'quieren ser inquilinos' y un número creciente de personas que alquilan pero prefieren no ser inquilinos", escribieron los autores del informe.
Ser propietario de una vivienda sigue siendo el objetivo final para el 80 por ciento de los inquilinos, aunque los australianos más jóvenes tienden a expresar una preferencia por la flexibilidad del alquiler.
Los australianos quieren ser propietarios de viviendas para garantizar un techo a largo plazo, para tomar control sobre la calidad y las condiciones de la vivienda y para poder modificar sus propios hogares. También desean abrumadoramente la libertad de tener mascotas, independientemente de si actualmente tienen una o no.
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Según el informe, para obtener algunas de estas garantías en las viviendas de alquiler, los inquilinos están dispuestos a pagar más.
Para una vivienda que supera el estándar mínimo, los inquilinos están dispuestos a pagar $127 más por semana; por un alquiler que no se puede aumentar en más del 5 por ciento cada año, los inquilinos pagarían $77 más por semana y por la posibilidad de extender un contrato de arrendamiento indefinidamente, pagarían $72 más por semana.
