Un hombre aborigen de Dubbo se ha convertido en la primera persona que muere a causa del COVID-19 en el marco del actual brote en el oeste de Nueva Gales del Sur.
El director general del Distrito Sanitario Local de Nueva Gales del Sur Occidental, Scott McLachlan, dijo el lunes que el hombre, de unos 50 años, tenía problemas de salud subyacentes y no estaba vacunado.
El hombre murió en un servicio de salud de Dubbo.
"Hoy es un día muy triste y sombrío con el fallecimiento de un hombre aborigen de 50 años en Dubbo", dijo McLachlan en una conferencia de prensa.
"Nuestras sinceras condolencias y pensamientos están con la familia y los amigos, y con la comunidad aborigen en general de Dubbo y de toda la región".
El estado registró 1.290 casos de COVID-19 el lunes 30 de agosto y sumó tres muertes más en Sídney.
Las nuevas muertes hacen que el número de víctimas fatales por COVID-19 en Australia supere los 1.000 desde el inicio de la pandemia.
En el oeste de Nueva Gales del Sur se registraron 51 nuevos casos, 14 de los cuales estuvieron durante su período infeccioso en la comunidad. En el extremo occidental se registraron otros nueve nuevos contagios, siete de ellos en Wilcannia.
McLachlan dijo que la muerte del hombre era un duro recordatorio para la comunidad de la necesidad de vacunarse.
"No podría haber un día más oportuno para centrarse en la vacunación", dijo el director general.
"Este señor no estaba vacunado, sabemos que la gente morirá si las vacunas no llegan a los brazos".
"Ha llegado el momento de que todos demos un paso adelante, nos vacunemos, nos hagamos una doble vacunación... hay oportunidades de vacunación disponibles en los médicos de cabecera, en los servicios médicos para aborígenes y en nuestros centros de vacunación", dijo McLachlan.
Un representante local de Dubbo, Dugald Saunders, dijo que el domingo sólo se realizaron 3.650 pruebas en toda la región.
"Una cifra realmente baja si se tiene en cuenta hacia dónde nos dirigimos con los números en el otro extremo de la escala", dijo.
