Los líderes de las comunidades de inmigrantes han aplaudido los informes que indican que el Gobierno Federal dará marcha atrás en sus planes para endurecer las pruebas de ciudadanía australiana, que inicialmente había dicho que promoverían los valores australianos.
El gobierno anunció los cambios propuestos, junto con otros cambios en la admisión de inmigrantes australianos y en el procesamiento de visas, a principios de este año.
Pero, ahora, el diario The Courier-Mail informa que no seguirá adelante con estos cambios.
Los cambios iniciales propuestos por el gobierno incluían que los inmigrantes demostraran su competencia en el idioma inglés mediante la obtención de al menos seis bandas en el examen del Sistema Internacional de Evaluación de la Lengua Inglesa (IELTS) para poder optar a la ciudadanía australiana.
Después del debate en el Senado australiano, el gobierno redujo el nivel del requisito que pedía para el dominio del inglés a “moderado'”, o lo que equivale a cinco bandas en el IELTS.
Los cambios contemplaban que los aspirantes pudieses someterse a la prueba durante dos años si no lo pasaban en tres oportunidades.
A los inmigrantes también se les habría exigido que realizaran una prueba de inglés y se les formularían preguntas sobre los "valores australianos".
Pero el ministro de Inmigración, David Coleman, dijo a SBS News que “el Gobierno esbozó su plan detallado para la futura población de Australia en marzo y tiene la intención de aplicarlo en su totalidad."
"El Gobierno sigue supervisando el funcionamiento en curso de los requisitos de ciudadanía y del programa más amplio de ciudadanía para garantizar que quienes deseen comprometerse a ser ciudadanos australianos tengan las mejores oportunidades de éxito"., agregó.
La Federación de Consejos de Comunidades Étnicas de Australia (FECCA) dijo que aplaudía la decisión del gobierno de no seguir adelante con los cambios.
"Una abrumadora mayoría de los inmigrantes que buscan la ciudadanía australiana ya tienen conocimientos de inglés de alto nivel, y esos conocimientos se desarrollan rápidamente en el país", dijo la presidenta Mary Patetsos.
"Los migrantes entienden la importancia de la adquisición del idioma y trabajan duro para aprender inglés, de modo que puedan participar plenamente en la sociedad y contribuir a ella", precisó.
Por su lado, la portavoz laborista en materia de Inmigración, Kristina Keneally, felicitó a la "Australia multicultural" por "plantarle cara" al gobierno.
“ Las pruebas de inglés a nivel universitario para los nuevos inmigrantes fueron sólo otro ejemplo de que el departamento de @PeterDutton_MP se ha pasado de la raya. Felicitaciones a todos los que trabajaron para detener esto”, precisó en un tuit.
"Los grupos multiculturales de todo el país lideraron la iniciativa de oponerse a las pruebas, que exigían que las nuevas migraciones tuvieran un nivel universitario de competencia en el idioma inglés", dijo.
Keneally describió los cambios propuestos como "discriminatorios".
"Estos fueron ataques infundados e injustos contra la ciudadanía que hicieron más para fragmentar nuestra comunidad que para unirla", dijo.
Patestsos, de FECCA, dijo que el gobierno necesitaba "alentar e incentivar", no "castigar o disuadir" a los aspirantes a ciudadanos, agregando: "Lo importante es garantizar el acceso equitativo a un aprendizaje asequible y de calidad del inglés y a otros servicios de apoyo para los migrantes, por ejemplo, el cuidado de los hijos de los padres, según sea necesario".