La coalición Liberal-Nacional entrará pronto en su tercer período de gobierno con una batería de medidas tributarias, entre ellas la rebaja de unos mil dólares para los australianos que ganen hasta 126,000 dólares anuales con el fin de incentivar el consumo.
Las rebajas tributarias fueron una de las principales promesas electorales de la coalición Liberal-Nacional, que se jacta del buen manejo económico y promete un superávit en el próximo año fiscal.
La economía australiana, según los mejores pronósticos de la oficina del Tesoro de Australia, crecerá un 2,75 por ciento en los próximos años fiscales, impulsada por el gasto de los consumidores, las inversiones y la demanda de las exportaciones australianas.
Pero la realidad es que en los dos últimos trimestres el crecimiento fue de 0,3 y 0,2 por ciento, respectivamente, que si se suman y multiplican por dos dan un crecimiento anualizado de 1 por ciento, recuerda Peter Martin, de la Facultad de Políticas Públicas de la Universidad Nacional Australiana (ANU, siglas en inglés) en un artículo publicado hoy en la revista de análisis The Conversation.
Martin cree que el mayor reto de Morrison será evitar la recesión. De la misma opinión es el economista de origen argentino Charlie Ríos, quien dijo a SBS que “se precisa un estímulo fiscal, no tan grande como la que proponían los laboristas, pero mayor a la propuesta de la coalición”.
Ríos se refería a que el estímulo fiscal consiste en reducir los impuestos o inyectar dinero mediante, por ejemplo, el alza de los salarios, el aumento del pago de las ayudas sociales como las pensiones y desempleados, entre otros.
Por su lado, Peter Martin indica que Australia no puede confiarse en el gasto de los consumidores para revitalizar la economía, a pesar de que el gobierno tiene previsto dar unos 1,080 dólares a los contribuyentes tras la presentación de sus declaraciones de impuestos.
Martin también recordó que los bancos alertaron del peligro que puede provocar la incertidumbre en torno al gasto público, así como ironizó que las plegarias pueden ayudar para que se mantengan altos los precios de la materia prima que exporta Australia y se rebajen las tasas de interés de las hipotecas en un contexto en el que el precio de las viviendas se reduce.
En la campaña electoral, los laboristas habían propuesto el aumento de los salarios y la restauración de las pagas extraordinarias a los trabajadores, entre otras medidas, pero ahora que la coalición ganó los comicios y de cara a su tercer mandato, ésta “deberá intentar otras cosas. Quizá recortes tributarios más grandes y que se apliquen más pronto”, indicó Martin.
“Si la economía se cae más y sigue cayendo, Australia entrará en una recesión durante el mandato de este gobierno, que los académicos economistas consultados por The Conversation en enero habían pronosticado con un 25 por ciento de probabilidades”, comentó el experto de la ANU.
También dijo que para evitar una recesión, el gobierno de Morrison tendrá que abandonar la promesa del superávit en el próximo año fiscal si es que se asoma un panorama recesivo.
El gobierno de Morrison se levanta las mangas, listo para trabajar en favor de la economía, según afirmó hoy el ministro de Comercio, Simon Birmingham.
“Vamos a implementar nuestro plan económico, de creación de empleos. Buscaremos que nuestro plan se convierta en ley para reducir la carga tributaria a los australianos tan pronto como sea posible”, recalcó Simon Birmingham.º