Su nombres es Heracles inexpectatus como homenaje a Heracles o Hércules, el dios-héroe de la mitología griega y romana que tenía una fuerza inigualable. Y no es para menos ya que este loro gigante que habitó Nueva Zelanda hace casi 20 años tenía un pico con una fuerza extraordinaria capaz de triturar muchos alimentos duros.
“Heracles, al ser el loro más grande, sin duda tuvo un enorme pico que podía abrir de par en par lo que se le antojara, y puede que se alimentara con algo más que comida convencional para loros, incluidos otros loros”, dijo Mike Archer, experto de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
El loro Heracles probablemente se alimentaba de frutas y plantas, principalmente, dado que en aquella época su hábitat eran los frondosos bosques subtropicales de Nueva Zelanda, aunque ya otras aves que le precedieron, como los loros keas, de casi medio metro de altura, comenzaron a comer de ver en cuando ovejas con la llegada de los colonos.
Pero la experta Suzanne Hand cree que el en aquel entonces, había muchas plantas que “sin duda proporcionaba una rica variedad de fruta importante en la dieta del Heracles y otros loros y palomas con las que convivía”, destacó Suzanne Hand, de la UNSW.
Heracles fue descubierto cerca de la localidad de St Bathans, en el sureste de la Isla Sur neozelandesa en un conocido yacimiento de fósiles en el que cada año se descubre una gran cantidad de animales y pájaros prehistóricos extintos.
Nueva Zelanda acogió aves gigantes como la extinta moa, parecida al avestruz y que pudo haber medido tres metros, de dos especies de gansos gigantes, entre otras especies no voladoras de gran tamaño que vivían en los bosques de la isla.