El arzobispo de Adelaida Philip Wilson fue condenado hoy a doce meses de prisión tras ser hallado culpable en mayo pasado de encubrir casos de pederastia durante la década de 1970, según el fallo del magistrado Robert Stone del Tribunal de la ciudad de Newcastle.
El arzobispo de 67 años no podrá solicitar libertad condicional hasta que cumpla la mitad de la condena, aunque el juez se pronunciará el próximo 14 de agosto si Wilson podrá cumplir su condena bajo arresto domiciliario.
Wilson es el más alto jerarca en el mundo de la iglesia católica en ser sentenciado por encubrimiento de pederastia.
El juez Stone determinó en mayo pasado que Wilson era culpable por no reportar a la Policía entre 2004 y 2006 los abusos sexuales perpetrados por el fallecido sacerdote James Fletcher en la década de 1970 contra dos monaguillos.
Un día después de ser hallado culpable, Wilson se apartó de su cargo de arzobispo de la ciudad de Adelaida.
Durante el proceso, los representantes legales de Wilson argumentaron una serie de informes médicos en los que se detalla que el culpado padece diabetes, Alzheimer y problemas de corazón para evitar la pena máxima a prisión por este delito, que es de dos años.
Las víctimas
Peter Creigh, sobreviviente de los abusos de Fletcher, dijo que quiere que Wilson sea encarcelado para que los líderes religiosos aprendan que ya no se puede tolerar este tipo de encubrimientos.
Otra víctima de Fletcher, Peter Gogarty, manifestó que la sentencia podría abrir la puerta en el mundo para empoderar a otras víctimas y permitir que hablen.
"Hay mucho en juego que un golpecito en la mano o la vergüenza pública...el efecto de la sentencia bajo custodia supone que los niños en todo el mundo están más seguros".
El casoEl caso contra Wilson se centró en el encubrimiento que éste hizo de los abusos cometidos por Fletcher a dos monaguillos cuando el ahora exarzobispo era asistente del cura pederasta en la parroquia de East Maitland.
En 1976, ambas víctimas denunciaron a Wilson los abusos que sufrieron de Fletcher, quien fue sentenciado en diciembre de 2004 por nueve cargos de pederastia y murió en la cárcel 13 meses después.