El fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange compareció ante un tribunal por primera vez desde su detención en la Embajada de Ecuador en Londres. Él afronta un proceso para decidir si es extraditado o no a los Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje.
La jueza de Londres Vanessa Baraitser rechazó la solicitud de los abogados de Assange de retrasar los procedimientos por tres meses, para investigar más profundamente el caso.
El editor en jefe de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, dijo a la prensa que estaba "decepcionado" con la decisión de la juez. Tambien comentó que Assange se encontraba muy débil física y psicológicamente.
"Está estable, pero se puede ver que todo el tiempo que pasó aislado está pasando factura. Y no es necesario ser un experto médico o un psicólogo para entenderlo. Hay mucha literatura que dice que incluso después de tres semanas de aislamiento, la salud comienza a decimarse rápidamente y esto se puede ver. Ha perdido peso y, como dijo, hoy le cuesta pensar. Esta es la condición de un hombre que lucha por su vida."
Por su parte, el abogado de Assange no quiere que lo saquen de una prisión de Londres por su seguridad.
Adriana Navarro, abogada chilena-australiana especializada en derechos humanos, dijo a SBS Spanish que su detención en una celda de alta seguridad en la que permanece aislado e incomunicado, sin la posibilidad de contactar con su defensa legal, es "improcedente" y que en ese caso debería estar en un centro penitenciario en una zona rural o con inmigrantes o gozando de libertad provisional.
Asimismo, Navarro, quien trabaja en Sídney, recalcó que el pedido de extradición "es una especie de vendetta" que es "altamente improcedente" porque los motivos son "claramente políticos" por "causar molestias" a Estados Unidos y la industria armamentística por revelar crímenes perpetrados en Irak o Oriente Medio.
Navarro recalcó que el tratado de extradición entre Estados Unidos y Reino Unido "prohíbe la extradición de una persona que se le busca por razones políticas" y consideró que "el gobierno australiano se ha comportado como cualquier lacayo de Estados Unidos" al no mostrar el apoyo a Assange y defender el derecho de la libertad de expresión.
"El gobierno australiano no ha apoyado a Assange y en otros casos y con otros periodistas se ha movido rápidamente" como fue el caso de Peter Greste, detenido por varios meses en Egipto, aclaró Navarro, quien insistió en que el fundador de WikiLeaks hizo lo que cualquier ciudadano ha hecho lo que cualquier ciudadano debió hacer, denunciar crímenes de guerra.
Assange podría pasar décadas en prisión si es declarado culpable.