Figuras de alto rango en la Iglesia Católica de todo el mundo se reunirán el jueves en el Vaticano en una cumbre de cuatro días sobre el abuso clerical de niños en el seno de esta institución religiosa.
Los sobrevivientes y defensores australianos de las víctimas dicen que sus expectativas son bajas y exigen que el Vaticano entregue documentos secretos vinculados a los sacerdotes pederastas.
Dos de las hijas de Chrissie Foster fueron violadas repetidamente por un sacerdote en su escuela primaria católica en los suburbios de Melbourne.
Katie Foster luchó para lidiar con el abuso que sufrió y se convirtió en el proceso en una bebedora compulsiva. En 1999 fue golpeada por un conductor ebrio que la dejó con discapacidades físicas y mentales.
Su hermana Emma, quien también sufrió abusos sexuales por parte de un cura de su escuela, se quitó la vida nueve años después.
Chrissie Foster cree que es poco probable que la cumbre en Roma vea algún cambio importante en las políticas de la iglesia.
"No tengo ninguna esperanza de que salga algo concreto", dijo a SBS News, al apoyarse en comentarios del papa, quien “en octubre pasado; donde dijo que la Iglesia Católica estaba siendo atacada por el “gran acusador", el diablo.
“Parece algo ridículo. No puedes arrestar al demonio, ni ponerlo ante un tribunal, encarcelarlo, mientras que tenemos a verdaderos clérigos que están agrediendo sexualmente a niños y ni siquiera reciben una reprimenda", enfatizó Chrissie Foster.
En su discurso de Navidad de 2018, el papa Francisco exigió que los sacerdotes que violaron y abusaron de los niños sean entregados, aunque Chrissie Foster, una de las defensoras más destacadas de Australia para las víctimas de abuso, duda que el discurso haya tenido algún efecto.
"Me pregunto cuántos han hecho eso desde que él lo dijo. Dudo que haya alguna persona. Siento que si el papa tomara esto en serio, le pediría a todos los obispos del mundo que entreguen a la policía sus archivos secretos, sus archivos sobre sacerdotes delincuentes. Eso sí tendría algún significado", subrayó.
Las directivas del Vaticano
Las directrices actuales del Vaticano exigen que los obispos denuncien los abusos a la policía en países donde la ley lo exige, un tecnicismo que ha enfurecido a los grupos de sobrevivientes.
En Nueva Gales del Sur, el activista y víctima de la pederastia clerical Peter Gogarty estará observando de cerca los procedimientos en el Vaticano.
Gogarty fue abusado por un sacerdote desde los 11 años. Su batalla por la justicia ha durado décadas y aún no termina.
A fines del año pasado, Gogarty presentó documentos ante la Corte Penal Internacional en La Haya, solicitando que se investigue a la Iglesia Católica por crímenes de lesa humanidad.
"Me considero un optimista, siempre espero lo mejor con estas cosas, pero me siento demasiado optimista respecto a que salga algo significativo en esa cumbre", dijo.
En diciembre pasado, el comité organizador de la cumbre envió una carta a los asistentes, dándoles instrucciones para hablar con los sobrevivientes de abusos y sus familias antes de viajar al Vaticano.
"El primer paso debe ser reconocer la verdad de lo que ha sucedido", se lee en el documento.
"Por esta razón, instamos a cada presidente de la conferencia episcopal a que se comunique con los sobrevivientes del abuso sexual del clero en sus respectivos países antes de la reunión en Roma, para conocer de primera mano el sufrimiento que han sufrido".
Ni Foster ni Gogarty sido contactados.
"No soy el único defensor del abuso infantil en Nueva Gales del Sur o Australia, eso es seguro, pero absolutamente nadie, incluido nuestro obispo local, ha intentado hablar conmigo sobre lo que esta cumbre debería tener como objetivo", dijo Gogarty.
"Tengo puntos de vista al respecto y he intentado en el pasado trabajar con la Iglesia Católica y ser positivo al respecto, así que estoy decepcionado", agregó el activista.
La Conferencia de Obispos Católicos de Australia -que enviará a la cumbre a su presidente, el arzobispo de Brisbane Mark Coleridge- dijo a SBS News que se reúne con sobrevivientes regularmente, pero los detalles de las conversaciones son privados.
La conferencia probablemente será uno de los eventos más cubiertos en el Vaticano desde la elección del papa, a quien Chrissie Foster cuestiona su compromiso.
"No están equipados para lidiar con eso, porque no lo han hecho. "Este escándalo estalló en los Estados Unidos en la década de 1980, ha habido una larga historia de exposición de este crimen y una larga historia en la que ellos (la Iglesia) culpa a esta persona, culpando a esa persona, culpando a periodistas, culpando al diablo, culpando a la víctima", remarcó Foster, galardonada en Australia por su lucha a favor de los derechos humanos.
"Cualquier disculpa de ellos solo ha sido a través de la presión pública, a través de los medios de comunicación, y se han visto obligados a hacerlo. No es algo que venga de ellos, no es un corazón que arrepiente sinceramente, no es el darse cuenta. No hay nada de eso. Todavía están esperando que todo termine, que continúe", expresó Foster.
Los lectores que buscan apoyo pueden ponerse en contacto con los siguientes servicios
Asalto sexual, consejería de violencia familiar y doméstica: 1800respect.org.au / 1800 737
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