David Griffin es un empresario y líder en desarrollo de la industria renovable en Australia. Su nuevo proyecto ambicioso es crear una planta de energía para Singapur a partir de una huerta solar de 15,000 hectáreas construida en el desierto del Territorio Norte. La idea no es descabellada dado que ya cuenta con el interés de grandes inversores en todo el mundo.
La huerta solar, que se espera construir a partir de 2023 si se aprueban los permisos ambientales, se extendería en un área de 15,000 hectáreas. La planta será de 10 gigawatts.
Con el proyecto se espera satisfacer a un 20 por ciento de la demanda de energía que necesitará Singapur para finales de la próxima década.
“se trata de la primera, la más grande y la más importante huerta solar en desarrollo en el mundo”, dijo el director ejecutivo de Sun Cable al programa Small Business Secrets de SBS.
Se trata además del primer proyecto en su tipo que intente exportar energía limpia.
El exingeniero de Infigen Energy ha trabajado en el desarrollo de huertas solares y parques eólicos en los últimos veinte años, tanto en Australia como en Sudáfrica.
Su nueva aventura pretende enviar electricidad a Darwin desde el desierto, y después a Singapur a través de un cable de 3,800 kilómetros. Se trata del cable más largo del mundo, pero no el más profundo.
“Es un problema extremadamente complejo que resolveremos. Hay riesgos asociados con esto (tender un cable submarino) y es por eso que nos estamos demorando en el diseño de todo el proyecto”, precisó Griffin.
El proyecto generará unos mil empleos en su etapa de construcción y otros 300 durante sus operaciones.
El Territorio Norte espera convertirse en un centro de energía renovable y explotar la luz solar que tiene la mayor parte del tiempo.
“Tenemos tanto de este recurso (en Australia) y es la fuente de energía disponible de menor coste”, precisó.
Por su lado, el director ejecutivo de Innovación de la agencia gubernamental científica CSIRO dijo que el proyecto es uno de varios proyectos de energía renovable en Australia, que abren en su conjunto un futuro prometedor en este sector para Australia.
“La gran ventaja en Australia es que tiene un gran territorio, lo que supone que tenemos el potencial de generar energía solar o eólica y exportarla a otros países en todo el mundo”, comentó.
De cara al crecimiento acelerado de las economías del Asia Pacífico, Australia está en un lugar privilegiado para enviar electricidad generada por energías renovables al exterior.
