El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció un endurecimiento de las medidas de entrada en su país. Cualquier persona que llegue al Reino Unido, venga de donde venga, tendrá que someterse a un test PCR y permanecer aislada hasta la obtención del resultado. Además, la mascarilla volverá a ser obligatoria en los comercios.
Previamente, el departamento de Salud Británico había indicado que se "ha confirmado que se han identificado dos casos de covid-19 con mutaciones compatibles con [la variante] B.1.1.529 en el Reino Unido", precisando que ambos están relacionados entre sí y que fueron identificados tras "un viaje al sur de África", donde la variante fue detectada por primera vez esta semana.
Más tarde, Alemania confirmó dos infecciones por la cepa ómicron en viajeros llegados de Sudáfrica al aeropuerto de Múnich (sur) e informó de un caso sospechoso en una persona llegada al aeropuerto de Fráncfort (centro). Italia, por su parte, también detectó un caso en la región de Nápoles (sur), en un hombre que había regresado de Mozambique.
El viernes, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) afirmó que el riesgo de que la nueva variante del covid-19 se expanda por Europa es "de alto a muy alto".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que esta variante es "preocupante" al igual que la actualmente dominante delta y las detectadas anteriormente, alfa, beta y gama.
Además, se ha detectado un caso en Hong Kong, otro en Israel en una persona que regresó de Malaui y otro en Botsuana.
En Holanda, 61 pasajeros de dos vuelos que aterrizaron el viernes en Ámsterdam procedentes de Johannesburgo dieron positivo al covid-19 y fueron aislados en cuarentena, informó la autoridad sanitaria holandesa, que el sábado por la noche consideró que la nueva variante "probablemente" se encuentre entre esos viajeros, aunque necesitará más análisis para confirmarlo.
"Castigados"
La nueva mutación fue notificada por primera vez por Sudáfrica el 24 de noviembre. Desde el viernes, cada vez más países suspenden los viajes con Sudáfrica, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Esuatini (o Suazilandia), Mozambique y en algunos casos Malaui.
Este sábado, el gobierno sudafricano se dijo "castigado" por haber detectado la nueva variante y lamentó que su excelencia científica a la hora de haberla descubierto termine penalizando al país.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, ante la emergencia de esta nueva variante, instó a donar más vacunas a los países pobres.
El coronavirus ha dejado más de 5,18 millones de muertos en todo el mundo desde su aparición en China a finales de 2019, aunque la OMS estima que las cifras reales podrían ser muy superiores.
Estados Unidos ha prohibido la entrada a su territorio de viajeros provenientes del sur de África, excepto los que sean estadounidenses o residentes permanentes en el país. Canadá, Brasil y varios países árabes como Arabia Saudita también adoptaron restricciones.
Con casos identificados en el Reino Unido, Alemania, Italia y Bélgica, la preocupación por la nueva variante ómicron del covid-19 aumentaba en el Viejo Continente este sábado, mientras se acentúa el aislamiento de varios países del sur de África.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció un endurecimiento de las medidas de entrada en su país. Cualquier persona que llegue al Reino Unido, venga de donde venga, tendrá que someterse a un test PCR y permanecer aislada hasta la obtención del resultado. Además, la mascarilla volverá a ser obligatoria en los comercios.
Previamente, el departamento de Salud Británico había indicado que se "ha confirmado que se han identificado dos casos de covid-19 con mutaciones compatibles con [la variante] B.1.1.529 en el Reino Unido", precisando que ambos están relacionados entre sí y que fueron identificados tras "un viaje al sur de África", donde la variante fue detectada por primera vez esta semana.
Más tarde, Alemania confirmó dos infecciones por la cepa ómicron en viajeros llegados de Sudáfrica al aeropuerto de Múnich (sur) e informó de un caso sospechoso en una persona llegada al aeropuerto de Fráncfort (centro). Italia, por su parte, también detectó un caso en la región de Nápoles (sur), en un hombre que había regresado de Mozambique.
El viernes, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) afirmó que el riesgo de que la nueva variante del covid-19 se expanda por Europa es "de alto a muy alto".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que esta variante es "preocupante" al igual que la actualmente dominante delta y las detectadas anteriormente, alfa, beta y gama.
Además, se ha detectado un caso en Hong Kong, otro en Israel en una persona que regresó de Malaui y otro en Botsuana.
En Holanda, 61 pasajeros de dos vuelos que aterrizaron el viernes en Ámsterdam procedentes de Johannesburgo dieron positivo al covid-19 y fueron aislados en cuarentena, informó la autoridad sanitaria holandesa, que el sábado por la noche consideró que la nueva variante "probablemente" se encuentre entre esos viajeros, aunque necesitará más análisis para confirmarlo.
- "Castigados" -
La nueva mutación fue notificada por primera vez por Sudáfrica el 24 de noviembre. Desde el viernes, cada vez más países suspenden los viajes con Sudáfrica, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Esuatini (o Suazilandia), Mozambique y en algunos casos Malaui.
Este sábado, el gobierno sudafricano se dijo "castigado" por haber detectado la nueva variante y lamentó que su excelencia científica a la hora de haberla descubierto termine penalizando al país.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, ante la emergencia de esta nueva variante, instó a donar más vacunas a los países pobres.
El coronavirus ha dejado más de 5,18 millones de muertos en todo el mundo desde su aparición en China a finales de 2019, aunque la OMS estima que las cifras reales podrían ser muy superiores.
Estados Unidos ha prohibido la entrada a su territorio de viajeros provenientes del sur de África, excepto los que sean estadounidenses o residentes permanentes en el país. Canadá, Brasil y varios países árabes como Arabia Saudita también adoptaron restricciones.
En Asia, Japón endurecerá sus limitaciones de entrada, con 10 días de aislamiento para todos los llegados de esa zona.
Tailandia anunció una prohibición de entrada a partir de diciembre y Corea del Sur aplicará restricciones de visados y una cuarentena a partir del domingo para los pasajeros procedentes de ocho país, incluida Sudáfrica.
De su lado, la Unión Europea (UE) ha recomendado suspender los viajes provenientes de Sudáfrica y de otros seis países de la región.
En el continente, varios países como el Reino Unido, Francia, Italia o Suiza, prohibieron los vuelos provenientes de esos países; una medida que se aplicará a partir del domingo en Rusia y del martes en España.
Repunte en Europa
La emergencia de ómicron coincide con un repunte de casos de covid-19 en Europa, que ha obligado a las autoridades de distintos países a reforzar las medidas sanitarias.
Los temores relacionados con la nueva variante hicieron que tanto las bolsas como los precios del petróleo se desplomaran, un mercado que el viernes vivió su peor jornada en 17 meses.
El viernes, la OMS dijo que podría llevar varias semanas determinar si la nueva variante supone cambios en la transmisibilidad o gravedad del covid-19, así como en la eficacia de las vacunas.
Los laboratorios Pfizer/BioNTech informaron de que estaban estudiando urgentemente la eficacia de su inmunizante frente a esta nueva variante y que tendrían datos "en dos semanas a más tardar".
El sábado, Andrew Pollard, científico británico que dirigió las investigaciones sobre la vacuna Oxford/AstraZeneca estimó que se podría fabricar una nueva contra la variante ómicron, "muy rápidamente".
El profesor consideró que es "altamente improbable" que esta nueva variante se propague con fuerza entre la población ya vacunada.
Cerca del 54% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de vacuna anticovid, pero en los países con ingresos bajos, esta proporción es de solo el 5,6%, según el portal Our World in Data.
Australia restringe su frontera
Los estados y territorios australianos han reimpuesto normas fronterizas en respuesta a la nueva variante Ómicron del COVID-19.
El sábado, Australia reforzó su frontera internacional para los viajeros procedentes de nueve países africanos en los que se ha detectado la nueva variante preocupante.
Las personas que lleguen desde Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia, Suazilandia, Malawi y las Seychelles a cualquier estado o territorio australiano deberán pasar 14 días de cuarentena.
En un cambio drástico de las normas fronterizas, Nueva Gales del Sur y Victoria anunciaron más tarde que todos los viajeros vacunados de todos los demás países tendrían que aislarse durante 72 horas a su llegada al estado.
El Territorio de la Capital Australiana (ACT) ha tomado medidas similares, exigiendo la cuarentena a todos los recién llegados de otros países hasta el 30 de noviembre.
Esta medida llega menos de un mes después de que Nueva Gales del Sur eliminara por completo los requisitos de cuarentena para las llegadas internacionales totalmente vacunadas.
Victoria y el Territorio de la Capital Australiana siguieron su ejemplo, abriendo la frontera internacional a la mitad del país desde principios de noviembre.
Pero ahora los que llegan a Nueva Gales del Sur y Victoria totalmente vacunados deben autoaislarse durante 72 horas después de su llegada.
Los estados también han impuesto nuevas normas a las tripulaciones de vuelos internacionales, que deben aislarse durante 14 días o hasta que salgan en otro vuelo, con lo que las normas para las tripulaciones vacunadas se equiparan a las de los trabajadores no vacunados.
Hasta la fecha no se han registrado casos confirmados de la variante Ómicron en Australia.
Los científicos siguen trabajando para entender la nueva cepa, cómo se propaga y la eficacia de las vacunas contra la variante.