Australia vive un calvario por el impacto en el precio del combustible de la Guerra en Ucrania

A dos meses de las elecciones federales en las que la Coalición australiana busca la reelección, el gobierno del primer ministro liberal Scott Morrison afronta una grave crisis por el disparo del precio de combustible y los productos domésticos a raíz de la crisis provocada por la invasión de Rusia a Ucrania.

A man pumps petrol at a service station in Melbourne, Monday, Aug. 27, 2012. (AAP Image/Julian Smith) NO ARCHIVING

A man pumps petrol at a service station in Melbourne, Monday, Aug 27, 2012. (AAP Image/Julian Smith) Source: AAP

El combustible cuesta en estos días en Australia unos $ 2,20 el litro y se prevé que subirá a $ 2,50, lo que ha motivado a varios sectores a pedir al gobierno del primer ministro Scott Morrison a que rebaje temporalmente el impuesto a la gasolina y el gasóleo, que reporta unos $11.000 millones en concepto de impuestos de la gasolina y el gasóleo cada año.

El vecino país de Nueva Zelanda ya anunció una rebaja en ese impuesto el lunes, así como la reducción del precio del transporte público para aliviar los bolsillos de sus casi 5 millones de habitantes en momentos en que la guerra en Ucrania hace subir los precios mundiales del petróleo.

La crisis energética, que se siente no solo en las gasolineras sino también en los supermercados y en los productos básicos, reconfigura el debate electoral federal sobre los presupuestos de los hogares y pone énfasis en el anuncio sobre el presupuesto federal que se dará el 29 de mayo que buscan captar los votos de los votantes en los comicios de mayo, así como mitigar el malestar causado por la irrupción de la ómicron y las inundaciones que azotaron al este de Australia.

El aumento del precio del combustible y de otros costes en las cadenas de suministro significa que los australianos pueden esperar pagar más por sus comestibles y otros productos.

El director ejecutivo de la consultora de la cadena de suministro TMX Global, Marcus Carmont, declaró a SBS News que antes las empresas podían absorber la mayor parte de esos costes ya que actualmente "se ha llegado a un punto en el que no es económico absorberlos y está teniendo un gran impacto en términos de rentabilidad empresarial".

Además Australia está luchando contra el aumento del coste de la vida, con una inflación del 3,5% y unos salarios que no han seguido el ritmo a pesar del bajo nivel de desempleo desde hace años, según recuerda la edición del diario The Guardian Australia.


Puntos destacados:

  • El combustible cuesta en estos días en Australia unos $ 2,20 el litro y se prevé que subirá a $ 2,50.
  • El impuesto sobre bienes y servicios (GST) también se aplica al combustible al tipo estándar del 10%, independientemente del precio por litro.Si se combinan los impuestos especiales sobre el combustible y el GST, entre el 30% y el 40% de cada litro de combustible se gasta en impuestos.
  • La crisis energética, que se siente no solo en las gasolineras sino también en los supermercados y en los productos básicos, reconfigura el debate electoral federal sobre los presupuestos de los hogares y pone énfasis en el anuncio sobre el presupuesto federal que se dará el 29 de mayo.

 

Varios sectores han pedido al gobierno del primer ministro Scott Morrison a que rebaje el impuesto a la gasolina y el gasóleo, que reporta unos $11.000 millones anuales en concepto de impuestos de la gasolina y el gasóleo en el próximo presupuesto en el que se espera un déficit de $ 99.200 millones.

"Creo que los australianos saben que lo que está ocurriendo con los precios de la gasolina en este momento está causado por lo que está ocurriendo con la guerra en Europa; creo que los australianos entienden esos problemas", dijo el domingo a periodistas, el primer ministro Scott Morrison, al achacar la culpa a la invasión de Ucrania ordenada al presidente ruso Vladimir Putin.

El recorte del impuesto al combustible divide al Gobierno

El incremento de precios actual ha motivado por primera vez que se acaricie un recorte del impuesto a los combustibles, incluso dentro de las propias filas del gobierno federal, tiempo después de que el senador independiente Rex Patrick presentara una propuesta en ese sentido, que fue rechazada por el Gabinete.

Otros miembros de la Coalición como el diputado Mark Coulton sostienen que es demasiado pronto para tomar medidas drásticas como la reducción del impuesto, y afirman que se corre el riesgo de privar al presupuesto de una financiación crucial para las carreteras.

Por su parte, el Partido Laborista, que se favorece con el descontento popular de cara a los próximos comicios, atacaron al Gobierno por el coste de la vida y la seguridad de los carburantes, pero hasta ahora no se han pronunciado sobre la conveniencia de recortar los impuestos especiales.

El miércoles, el líder laborista, Anthony Albanese, dijo que "el problema aquí es que los precios del combustible habían subido mucho antes de los problemas actuales", así como coincidió en que la gente necesita ayuda frente al pago de unos $775 anuales por concepto de impuestos al carburante.
Sabemos que los salarios reales cayeron más de un 1% en el último año (Albanese a 3AW Radio).
Sin embargo, algunos economistas, como Chris Richardson, de Deloitte Access Economics, sugieren que recortar ahora el impuesto especial sobre los carburantes sería una opción equivocada, ya que será difícil volver a subirlo.

"Este tipo de ayudas fiscales son fáciles de poner, pero son terriblemente difíciles de quitar", dijo Richardson a la cadena australiana ABC al agregar que el precio de la gasolina podría bajar antes de que la medida entre el vigor.
"Los precios que la gente está pagando hoy en el surtidor se deben a dónde estaba el petróleo a principios de la semana pasada. El barril ya ha bajado alrededor de 1 dólar por litro en los mercados. Si se mantiene así, podría ser hasta 15 centavos el litro más bajo en la próxima semana o dos en Australia", precisó.

En esta crisis, el ministro del Tesoro, Josh Frydenberg, ha enmarcado el argumento sobre los costes domésticos en términos de enfrentamiento con Rusia por el ataque a Ucrania diciendo que el país está “mejor situado” para resistir las presiones, aunque “habrá costes que soportarán los australianos al defender nuestros valores".
Para las naciones liberales y libres, este es un precio que debemos estar dispuestos a pagar por el derecho a vivir libres de miedo y coerción" (Frydenberg).
Australia, que a diferencia de otros países no tiene reservas de combustible doméstico por 90 días, importa menos de un 2 por ciento del combustible de Rusia, aunque los precios aumentan por otros motivos como los costes operativos, lo que hace que su precio sea volátil, según explicó el portal de The Latch.

¿Aguantarán los australianos?

A pesar de que los australianos puedan entender el impacto del conflicto en Ucrania, la pregunta es si sus bolsillos podrán dar cara a la crisis y cómo votarán en los próximos comicios de mayo. Otra de las interrogantes es si el Gobierno reducirá el impuesto a los carburantes sacrificando un presupuesto golpeado duramente por la pandemia, que hizo que Australia entrara por primera vez en décadas en una recesión en 2020.

Pero la opción de reducir este impuesto especial al combustible- que se congeló a $ 0,38 por litro en 2001 y después se restableció durante el mandato del ministro del Tesoro Joe Hockey para aumentar los ingresos al fisco en $4.100 millones en cuatro años- está en la mira del Gobierno.

La última actualización del presupuesto preveía que los ingresos por impuestos especiales a los combustibles aumentarían hasta los $ 23.000 millones en 2025 a pesar de la introducción de vehículos eléctricos.

Al mismo tiempo, aumenta la frustración dentro de las filas del Gobierno de la coalición en torno a las demandas de los estados de exenciones fiscales o aumentos del gasto cuando se prevé que el presupuesto federal alcance un déficit de 99.200 millones de dólares este año fiscal y de 98.900 millones el próximo, según apuntó el diario Sydney Morning Herald.

El impacto mundial de la guerra es palpable

En todo el mundo, el impacto de la guerra es palpable. La población sufre alzas de precios de las materias primas y la energía. Eso repercute en la confianza. Esta disparada de precios se produce además cuando la inflación ya venía alta por la fuerte demanda y los problemas de aprovisionamiento causados por la pandemia.

La guerra en Ucrania frena el crecimiento económico mundial, advirtió el jueves Kristalina Georgieva, directora general del FMI, quien sostuvo que el contexto es de presión sobre los precios de los alimentos y degradación de la confianza de consumidores y empresas.

Con este panorama, el FMI recortará su previsión de crecimiento mundial por la guerra, anunció Georgieva, quien sostuvo además que un default de Rusia ya no es "un evento improbable".

En enero, la previsión del FMI fue llevada a 4,4% de expansión en 2022 frente a 4,9% en octubre y casi 5,9% esperado el año pasado para el conjunto de las economías mundiales.


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Published 15 March 2022 10:33am
Updated 15 March 2022 10:38am

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