Los australianos sintieron el rigor de las altas temperaturas, la sequía, las lluvias intensas y los granizos gigantes durante un año de climas extremos en 2020.
Fue el cuarto año más cálido registrado y además uno más húmedo que el promedio, ya que el comienzo caluroso y seco fue contrarrestado por un patrón climático de La Niña declarado en septiembre, según el informe climático anual de la Oficina de Meteorología.
Las temperaturas fueron 1,15 grados sobre la media y siguieron al año más caluroso y seco de Australia registrado en 2019.
"Sabemos cómo comenzó el año 2020 con esos incendios forestales extremos, con esa sequía y ese calor extremo, y vimos algún alivio en esos primeros meses", dijo la climatóloga principal Lynette Bettio.
Las precipitaciones anuales fueron un 4 por ciento más altas que el promedio, pero variaron considerablemente dependiendo de la región.
"Estamos buscando más meses, y quizás incluso años de aumento de las precipitaciones para restaurar realmente el medio ambiente y ayudar con esos almacenamientos de agua, aunque ha habido cierto alivio en 2020", dijo Bettio.
El almacenamiento en la cuenca de Murray Darling aumentó del 35,4 por ciento a finales de 2019 al 58 por ciento a finales de 2020, impulsado en gran medida por los aumentos en la parte meridional.
El día más caluroso de 2020 llegó apenas a cuatro días del comienzo del año con los lagos Penrith, al oeste de Sídney, registrando 48,9 grados.
Hubo una variación de más de 60 grados con la temperatura más fría dqeu fue de -14,2 grados registrada en Liawenee, en Tasmania, en agosto.
Fuertes tormentas de granizo golpearon Camberra en enero y se registraron velocidades del viento de casi 200 kilómetros por hora, cuando el grave ciclón tropical Damien cruzó la costa en el noroeste de Australia Occidental en febrero.
La Gran Barrera de Coral también experimentó el blanqueamiento de los corales en 2020, dijo el jefe de Servicios Climáticos Operacionales Andrew Watkins.
"En los últimos años hemos visto blanqueamiento en 2016 y 2017 también, así que desafortunadamente este es un tercer evento de blanqueamiento en los últimos años", dijo Watkins.
El año terminó con fuertes lluvias e inundaciones repentinas en partes del sureste de Queensland y el noreste de Nueva Gales del Sur, como resultado de La Niña.
El patrón meteorológico de La Niña estaba actualmente cerca de su máximo y se esperaba que disminuyera hacia el otoño, dijo el Dr. Watkins.
Lee otros artículos de SBS Spanish:
