La frontera del estado de Australia Occidental (WA, siglas en inglés) se reabrió este martes 8 de diciembre, tras 9 meses de bloqueo, lo que marca otro hito importante en la lucha del país contra la pandemia de coronavirus.
Pero el premier de WA, Mark McGowan, ha advertido que la reapertura podría revertirse si NSW y Victoria registran nuevos brotes de COVID-19.
Los primeros vuelos desde Sídney y Melbourne deben aterrizar durante la jornada del martes.
En los aeropuertos de Sídney y Melbourne los pasajeros se mostraron ansiosos por subir a uno de los ocho vuelos que volarán hacia Perth.
Los pasajeros ya no tendrán que completar la cuarentena de 14 días.
Sin embargo, los visitantes tendrán que rellenar una declaración G2G y someterse a un examen de salud a su llegada. A algunos se les puede pedir que se hagan una prueba de COVID-19.
Las autoridades aconsejaron a los viajeros que entren en Australia Occidental a que eviten pasar por el vecino Australia del Sur dado que los residentes de ese estado aún deben someterse a una cuarentena de 14 días.
Pero se prevé que a partir de la medianoche del jueves, Australia Meridional pasará a la categoría de bajo riesgo.
"Esto está pendiente de que no haya ningún brote posterior en ese estado", precisó McGowan.