Los australianos del sur están comenzando su primer día de encierro mientras el estado se embarca en un confinamiento de seis días para contener un cúmulo de casos de COVID-19.
El gobierno dice que la pausa en la mayoría de las actividades de la comunidad reducirá significativamente el riesgo de que el virus se extienda más.
También podría evitar la necesidad de un cierre mucho más largo al estilo de Victoria.
"Necesitamos este interruptor, esta pausa comunitaria. Estamos en un punto crítico", dijo el Premier de Australia del Sur Steven Marshall.
Desde este jueves todas las escuelas están cerradas junto con las universidades, pubs, cafés, tiendas de venta al por menor, patios de comidas y negocios de comida para llevar.
Los viajes regionales están prohibidos y los centros de cuidado de ancianos están cerrados.
Las fábricas junto con la industria de la construcción también han amanecido cerradas. Las cirugías electivas han cesado de realizarse.
Se prohíben las bodas y los funerales, así como todos los deportes y ejercicios al aire libre. Se exigirá el uso de mascarillas fuera del hogar.
A las personas que no son trabajadores esenciales sólo se les permitirá salir de sus casas una vez al día para comprar comestibles, para buscar una prueba de COVID-19 u otro tratamiento médico.
Están abiertos los supermercados, las gasolineras, los centros médicos, las infraestructuras críticas, el transporte público, los servicios de aeropuerto y de carga, los bancos, las oficinas de correos, las escuelas y las guarderías para los trabajadores esenciales y los servicios veterinarios.
Las mascarillas deben ser usadas fuera de la casa.
El sector empresarial ha respaldado el cierre, pero ha dicho que podría ser devastador para la economía del Estado.
El primer ministro Scott Morrison lo describió como una estrategia "preventiva y temporal" para mantener a los australianos del sur a salvo.
"Estas son medidas preventivas y temporales con una clara fecha de finalización", dijo.
Si todo va bien, el cierre será reemplazado por ocho días más de restricciones aunque menos estrictas.
Las medidas son la respuesta del gobierno al llamado grupo de contagios de Parafield, el que aumentó a 23 casos confirmados el miércoles.
El Jefe de Salud Pública, Nicola Spurrier, dijo que era vital actuar rápidamente para detener las cadenas de transmisión.
Varios lugares en Adelaida son motivo de gran preocupación, en particular una pizzería, donde un trabajador dio positivo, dos escuelas de los suburbios del norte, un hospital y un centro de natación.
South Australian Chief Public Health Officer Nicola Spurrier says it's vital to act quickly to curb Adelaide's COVID-19 cluster. Source: AAP
Se ha pedido a las personas que visitaron esos sitios que se pongan en cuarentena y se hagan las pruebas.
En la lista figuran casi 40 lugares más, ya que las personas infectadas visitaron estos lugares en los últimos días. Se ha pedido a las personas que estuvieron allí que vigilen los síntomas y se hagan las pruebas si se sienten enfermos.
Otros estados advierten contra los viajes
La Premier de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, dijo que los residentes de su estado deberían retrasar sus viajes a Australia del Sur "por precaución".
Berejiklian declaró que las fronteras del estado estaban "completamente abiertas", pero subrayó que "si no es esencial viajar, piense si quiere ir en los próximos días".
"Confiamos en que Australia del Sur lo tiene bajo control, pero solo le decimos a nuestra comunidad... si puede retrasarlo unos días, a menos que tenga que ir allí, por favor hágalo", dijo a los periodistas el miércoles.
Victoria, mientras tanto, ha pedido a los australianos del sur que cancelen todos los viajes no esenciales al Estado.
El Premier de Victoria Daniel Andrews advirtió que cerraría la frontera si la gente ignoraba los consejos de viaje y cruzaba la frontera innecesariamente.
"Si logran contener este brote, todos los australianos lo harán bien", dijo.
Las autoridades federales están vigilando de cerca el grupo de contagiados de coronavirus de Adelaida, y más tropas de la Fuerza de Defensa Australiana se están preparando para viajar a Australia del Sur.
El estado ha solicitado 45 tropas adicionales para unirse a las 100 que ya están en el terreno.
Antes del anuncio del cierre, el Viceprimer ministro Michael McCormack dijo que no había razón para las restricciones de viaje interestatales.
"Necesitamos que los australianos vuelvan al trabajo y necesitamos que esas fronteras estén abiertas", dijo a Nine Network el miércoles.
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