Australia, país que mantiene cerradas sus fronteras a la mayoría de los extranjeros desde el inicio de la pandemia, y exige a aquellos residentes y ciudadanos australianos que regresan al país cumplir con una cuarentena de 14 días, sopesa la posibilidad de relajar las medidas para permitir la entrada de los estudiantes internacionales y países que registran baja transmisión del coronavirus.
Los ministros del gobierno del primer ministro, el liberal Scott Morrison, consideran la posibilidad de imponer períodos de cuarentena más cortos, posiblemente a la mitad, para los estudiantes internacionales y las personas que quieran entrar al país con visas de negocios.
Al gobierno australiano le interesa reabrir las fronteras a los estudiantes extranjeros, ya que las exportaciones de los servicios educativos emplea a 250,000 personas y genera unos $40,000 millones de dólares a la economía del país.
Puntos destacados:
- El gobierno australiano analiza la posibilidad de reabrir sus fronteras a los estudiantes internacionales, quienes aportan unos $40,000 millones de dólares a la economía del país.
- El gobierno australiano considera facilitar la entrada a empresarios extranjeros y países con baja transmisión, pero el Partido Laborista alertó que se trata de una relajación de medidas diferenciadas.
- El gobierno australiano asegura que las decisiones se apoyarán en las recomendaciones médicas.
El ministro de Salud, Greg Hunt, confirmó el domingo que el gobierno quiere modificar a la actual cuarentena obligatoria de dos semanas en los hoteles y crear una “burbuja de viaje” con países seguros, como Nueva Zelanda, cuyos viajes no requerirían cuarentena, aunque para ello dependerá de las recomendaciones médicas.
Hunt dijo al programa Insiders de la ABC que aún queda "más de trabajo por hacer", aunque remarcó que es probable que estas medidas para los extranjeros se apliquen "una vez que se abran nuestras fronteras domésticas".
El portavoz de salud de los laboristas, Chris Bowen, advirtió que los australianos no aceptarán "un conjunto de reglas distintas para los empresarios” que los beneficie más que a otros dado que “el cierre de la frontera es una parte importante de la respuesta a la COVID-19 y cualquier modificación debe tener base en los consejos médicos".
Por su lado, el ministro australiano de Educación, Dan Tehan, explicó el lunes que el gobierno está en conversaciones con los estados de Australia del Sur (SA) y el Territorio de la Capital Australiana (ACT, siglas en inglés) para permitir la entrada de un pequeño número de estudiantes internacionales al país.
“Todavía estamos planificando esto y todo tiene que ir de acuerdo a las recomendaciones médicas del panel de expertos”, comentó Tehan al recalcar que se contempla una cuarentena de dos semanas en Australia que serán financiadas por las universidades y los estados.
Tehan recordó que las exportaciones de los servicios educativos emplea a 250,000 personas y genera unos $40,000 millones de dólares a la economía del país.
El ministro australiano de Comercio y Turismo, Simon Birmingham, dijo a Sky News que el gobierno estaba haciendo "mucho trabajo de contingencia" en los escenarios para reabrir "todas las partes de la economía".
Birmingham elogió al gobierno de Australia del Sur por designar el 20 de julio como la fecha en que reabrirá sus fronteras y al gobierno de Queensland, que ha dicho que tiene la intención de reabrir el 10 de julio.
Birmingham comentó a Sky News que el gobierno "espera ver progresos en [la burbuja del viaje transtasmano], ya que nuestros estados y territorios ahora esperan desmantelar sus fronteras estatales y dar confianza a Nueva Zelanda para abrirse a Australia".
Birmingham dijo que las autoridades de control de fronteras estaban considerando la posibilidad de establecer "carriles verdes" para permitir la entrada de pasajeros procedentes de Nueva Zelanda y por otro, imponer una cuarentena obligatoria de 14 días a los pasajeros de "destinos que no han tenido tanto éxito en la contención de la COVID-19".
El viernes el gabinete nacional acordó un programa piloto para permitir a los estudiantes internacionales venir a estudiar en instituciones aprobadas a partir de julio, pero el número de estudiantes podría verse afectado por las advertencias del ministerio de educación chino de reconsiderar su viaje a Australia.