Algunos residentes en centros de cuidado de ancianos de Australia siguen esperando para recibir sus vacunas de refuerzo contra el COVID-19, en medio de la preocupación por la propagación de la variante Omicron.
Uno de los residentes de la tercera edad que aún no ha recibido la vacuna de refuerzo es el padre de Melinda Holmes, de 84 años, que padece demencia y recibió su segunda vacuna hace ocho meses, en abril. Su familia ha pedido que no se publique su nombre.
Vive en un centro de atención a la tercera edad en el oeste de Sídney que, según Holmes, fue clausurado el día de San Esteban después de que un miembro del personal diera positivo en la prueba de COVID-19.
Holmes dijo que lleva semanas tratando de entender por qué su padre no ha recibido su tercera inyección y desea claridad respecto a cuándo será vacunado exactamente.
"Siempre que pregunto en la residencia de ancianos sobre el tema, me dicen que se ha ido posponiendo y aplazando. Ahora dicen que en algún momento de enero, pero no saben la fecha", dijo Holmes.
"Dicen: 'Sí, el gobierno federal viene de nuevo. Ya hemos firmado los formularios de consentimiento hace un par de meses'. Pero en la residencia de ancianos me han dicho que la fecha se sigue moviendo".
Melinda Holmes' father has not received a booster shot despite having his second dose eight months ago. Source: Lucy Murray/SBS News
"Reservé una hora para mi padre con un médico de cabecera para el 3 de enero, pero ahora está encerrado, [quizá] no pueda sacarlo".
El hermano de Holmes iba a recoger a su padre para llevarlo a una reunión navideña este año, pero una infección de COVID-19 en la familia echó por tierra esos planes.
Aunque algunos miembros de la familia le visitaron la semana pasada en vísperas de la Navidad, se vieron obligados a interactuar a través de una ventana.
"Fue la segunda vez que vio a sus nietos este año", dijo Holmes.
"Mi padre ha pasado dos Navidades en la residencia de ancianos sin poder salir. Hemos hecho todo lo posible y seguimos sin poder conseguir el refuerzo para él".
Los residentes en los centros de cuidado de ancianos fueron uno de los primeros grupos en tener acceso a las vacunas de refuerzo cuando se puso en marcha el programa en noviembre.
Holmes se mostró "sorprendida" de que su padre haya tardado tanto tiempo en recibir el refuerzo, y no le sorprendería que hubiera muchos otros en una situación similar.
"Estoy enfadada... y estoy segura de que hay muchas residencias de ancianos en las que los residentes no han recibido la vacuna de refuerzo y hace mucho tiempo que no reciben la segunda vacuna", dijo.
"No entiendo por qué las residencias de ancianos no recibieron sus refuerzos a tiempo, porque entonces habrían estado bien situados para el actual brote de Omicron".
Según los últimos datos del gobierno, el 24 de diciembre había 385 casos activos de COVID-19 entre residentes y trabajadores de centros de atención a la tercera edad en toda Australia, frente a los 213 del 17 de diciembre. Hubo un total de 105 brotes activos, un aumento respecto a los 54 de la semana anterior.
El lunes, Nueva Gales del Sur registró su primera muerte conocida por Omicron: un hombre de 80 años que residía en el centro de atención a la tercera edad Uniting Lilian Wells de North Parramatta, donde adquirió el virus.
El ministro de Sanidad de Nueva Gales del Sur, Brad Hazzard, advirtió recientemente que todos los habitantes del estado podrían contraer Omicron "en algún momento".
La semana pasada se anunció que el intervalo entre la segunda vacuna y la de refuerzo se reduciría a cuatro meses desde el 4 de enero, y luego a tres meses desde el 31 de enero, siguiendo el consejo del Grupo Asesor Técnico Australiano sobre Inmunización (ATAGI).
El Departamento de Salud federal no respondió a las preguntas sobre el número de dosis de refuerzo administradas a los residentes y trabajadores de los centros de atención a la tercera edad en todo el país, pero un portavoz dijo que habían sido una "prioridad importante" para el programa.
"En 1.517 centros en toda Australia se han organizado instalaciones en el lugar orientadas al refuerzo contra el COVID-19 para los residentes y trabajadores que son elegibles", dijeron. "Las 2.600 instalaciones han sido contactadas y se les ha ofrecido un programa de refuerzo en la Commonwealth".
"Otras 531 instalaciones están programadas para el refuerzo. El grupo de trabajo se ha puesto en contacto con los proveedores de vacunas y ha pedido que se dé prioridad a los centros restantes para instalar una clínica de refuerzo en enero."
El portavoz dijo que los centros también tienen la opción de vacunar con sus propios equipos o contratar a un médico de cabecera o farmacéutico local, y que no todos los residentes de los centros de atención a la tercera edad deben recibir un refuerzo al mismo tiempo.
"En los centros de atención a la tercera edad hay nuevas personas que entran constantemente en las instalaciones y que se habrían vacunado en un momento diferente. El programa se dirige a los centros en los que se entiende que la mayoría de ellos reúnen las condiciones necesarias, y se realizará un seguimiento continuo para garantizar que los residentes tengan acceso a la vacuna de refuerzo a la luz de los nuevos consejos de la ATAGI".
El director general de Aged & Community Services Australia, Paul Sadler, dijo que, aunque el programa de refuerzo "va bien" en general, "ha sido un verdadero reto" para los proveedores encontrar suficiente personal para apoyar el despliegue durante el período de vacaciones.
"Los directores generales de los servicios de atención a la tercera edad me han llamado y han llorado al teléfono porque están luchando por encontrar el personal necesario para mantener la calidad de la atención que desean y permitir que las personas mayores vean a sus familiares durante el periodo navideño", dijo.
Tenemos brotes en más de 100 residencias de ancianos en toda Australia... así que este es un momento realmente difícil para la asistencia a los ancianos y es realmente importante que este programa de refuerzo se ponga en marcha tan rápido como sea posible para proteger a las personas mayores".
"El hecho de que más de la mitad de las residencias de ancianos ya hayan recibido las clínicas de refuerzo es un buen comienzo. Tenemos que mantener ese impulso a lo largo de enero y febrero y tratar de proteger al mayor número posible de personas mayores".
Se contactó con la empresa que gestiona la residencia del padre de Holmes y con la propia residencia para que hicieran comentarios.
Additional reporting by Lucy Murray.
