Sonido de los Andes está vinculado a la historia de la comunidad desde finales de la década de 1970. Entonces la música andina estaba vinculada a la protesta política en los países latinoamericanos. Con los años los australianos comenzaron a disfrutar de los sonidos de las flautas, los charangos, las zampoñas y a bailar, de cuando en cuando, con los ritmos furiosos que emanan sus canciones.
En contextos de protestas en toda Latinoamérica la música andina vuelve a primera línea en las marchas para acompañar a los reclamos sociales. Y es que la música andina retumba y se siente en el pecho, en el corazón, dice uno de los músicos de Sonido de los Andes.