Las denuncias de acoso sexual en Hollywood, que se originaron con quejas contra el famoso productor de cine Harvey Weinstein se han fortalecido esta semana con quejas renovadas por parte de la actrices que durante la entrega de los premios Globo de Oro, hicieron del evento una plataforma para solidarizarse con sus colegas que habían hecho las denuncias y para hacer llamados con el fin de que este tipo de comportamientos se termine y que además no se les persiga por denunciar.
Se vistieron de negro y felicitaron a las actrices denunciantes por haber tenido el coraje de hablar públicamente de un tema que a muchas mujeres avergüenza. La actriz estadounidense Reese Witherspoon, embajadora del movimiento conocido como Time's Up, fue una de ellas.
"Para las mujeres que se sienten silenciadas por el acoso, la discriminación, el abuso, el tiempo ha terminado. Te visibilizamos, te escuchamos y contaremos tus historias".
Otra actriz estadounidense, Laura Dern, usó su discurso de aceptación de un premio para pedir ayuda a las víctimas de acoso.
"A muchas de nosotras se nos enseñó a no chismorrear. Era una cultura de silenciamiento, y ese comportamiento se normalizó. Insto a todos a no solo apoyar a quienes han vivido esto en la industria y a las mujeres afuera que son lo suficientemente valientes como para decir su verdad, sino a promover la justicia restaurativa. También por favor protejámoslas y empleémoslas”, decía Dern.
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Ya en distintas partes del mundo estas denuncias se habían conjugado en la campaña #MeToo por las redes sociales, y en Australia este debate también cobró nuevos bríos esta semana porque varias artistas acusaron al actor Craig McLachlan, quien, -hasta cuando lo despidieron antes de ayer- hacía parte del elenco del musical Rocky Horror Show, que por estos días se presenta en Adelaida.
Y es un tema muy complejo, porque a no ser que sea una violación, considerada un crimen en casi todas partes, el acoso sexual está sujeto a las percepciones. Mientras que algunas mujeres pueden considerar un piropo como un cumplido a su belleza, otras pueden considerarlo una ofensa. .
Pero al debate se sumó, y desde la defensa de los hombres, un colectivo de mujeres francesas, entre ellas la famosa actriz Catherine Deneuve, que firmaron una tribuna para “defender” la “libertad de importunar” de los hombres y oponerse a la “campaña de delaciones” surgida tras el escándalo Weinstein.
“Ellas aseguran que cortejar de forma insistente o torpe no es un delito, ni la galantería es una agresión machista”, y que con las acusaciones contra Weinstein se instaló el puritanismo.
¿Se está exagerando con las denuncias? o ¿Ya era hora de que este tema se ventilara? ¿Dónde trazamos la línea de lo que es aceptable y no lo es?
En el programa Hora 13 de Radio SBS analizamos el tema con la historiadora y antropóloga Rafaela López. Escucha el podcast en la parte superior.
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